Saltar al contenido

El principito aprendió marketing relacional

23 May, 2010

Acabo de ver El principito en la estantería y me he acordado.

El pasado 13 de mayo, en la jornada Hoy es marketing organizada por ESIC, Jesús Ángel Pastor habló de El Principito.

Pastor es jefe de cercanía al cliente marketing de negocio de Telefónica España. Y rescató este fragmento:

-¿Quién eres tú? -preguntó el principito-. ¡Qué bonito eres!
-Soy un zorro -dijo el zorro.
-Ven a jugar conmigo -le propuso el principito-, ¡estoy tan triste!
-No puedo jugar contigo -dijo el zorro-, no estoy domesticado.
-¡Ah, perdón! -dijo el principito.
(…)
-¿Qué significa domesticar? -volvió a preguntar el principito.
-Es una cosa ya olvidada -dijo el zorro-, significa crear vínculos…
-¿Crear vínculos?
-Efectivamente, verás -dijo el zorro-. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo…
-Comienzo a comprender -dijo el principito-.
(…)
El zorro se calló y miró un buen rato al principito:
-Por favor… domestícame -le dijo.
-Bien quisiera -le respondió el principito pero no tengo mucho tiempo. He de buscar amigos y conocer muchas cosas.
-Sólo se conocen bien las cosas que se domestican -dijo el zorro-. Los hombres ya no tienen tiempo de conocer nada. Lo compran todo hecho en las tiendas. Y como no hay tiendas donde vendan amigos, los hombres no tienen ya amigos. ¡Si quieres un amigo, domestícame!
-¿Qué debo hacer? -preguntó el príncipito.
-Debes tener mucha paciencia -respondió el zorro-. Te sentarás al principio un poco lejos de mí, así, en el suelo; yo te miraré con el rabillo del ojo y tú no me dirás nada. El lenguaje es fuente de malos entendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más cerca…

Conocer al cliente, crear lazos con perseverancia y dedicación. Hacerle sentir único y ser únicos para él. ¿No es ésa la esencia del marketing relacional?

From → Publicidad

One Comment
  1. ya recuerdo! me pareció una referencia muy acertada.

Deja un comentario